Dr. Josué Calderón Gamba

La Osteorartrititis es una de la principales causas de consulta ortopédica en los Estados Unidos a causa del deterioramiento de la calidad de vida de los pacientes. Es una enfermedad degenerativa progresiva, no aparece de repente, por el contrario sus consecuencias se van evidenciando a través del tiempo y su detección temprana es clave para un mejor manejo.

El cartílago articular que recubre el extremo del fémur permite que esté se deslice dentro de los límites permitidos sobre los meniscos, que a su vez están sobre la tibia. Cuando aparece la Osteoartritis, este cartílago va desapareciendo poco a poco debido al uso y desgaste, lo que provoca que los meniscos también se vean afectados, produciendo dolor al mover la rodilla.

No se conocen las causas exactas de esta patología, pero se sabe que factores como la edad (Mayores de 45 años), herencia (Si existe Osteoartritis en la familia), sobrepeso, lesiones deportivas y uso excesivo de la rodilla influyen en su aparición.

Síntomas:

Los principales síntomas son el dolor y la rigidez. Al comenzar a desarrollar la enfermedad, el paciente puede sentir un dolor leve al realizar ciertos movimientos, cuando ésta avanza el dolor se vuelve más agudo y comienzan a aparecer las limitaciones de movimiento, sobretodo en al despertarse o cuando se ha estado quieto por un periodo largo de tiempo.

 

Manejo:

Existen diferentes manejos paliativos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero es importante resaltar que no existe una cura. Estos tratamientos son solamente aplicados para reducir el dolor y mejorar la movilidad por un tiempo y mientras el desarrollo de la enfermedad lo permita, eventualmente la opción quirúrgica será la mejor.

El dolor puede ser tratado como analgésicos y antiinflamatorios de rápida acción, también se puede optar por las infiltraciones de corticoides para desinflamar la articulación y disminuir el dolor, o las infiltraciones de viscosuplementos que buscan preservar la articulación por un mayor periodo de tiempo ya que busca renovar el líquido sinovial gracias al Ácido Hialurónico.

Quirúrgicamente podemos hablar de una artroscopia para limar el cartílago que se ha desprendido y alisar la superficie del cartílago desgastado. O de una osteotomía, en la que se realiza un corte en los huesos para realinear la rodilla y eliminar la presión de la articulación. Estos procedimientos no son eficaces si la enfermedad está muy avanzada.

Cuando la Osteoartrosis ha llegado a su punto más avanzado, se recomienda un Reemplazo Total de Rodilla, donde se cambian los componentes principales de la misma por prótesis de cromo, cobalto, titanio, cerámica o polietileno.


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