Dr. Josué Calderón Gamba

Las personas mayores son más propensas a sufrir una fractura de cadera, especialmente si tiene enfermedades como Osteoporosis, pero no es exclusivo de este tipo de personas. Si una persona joven sufre un impacto de alta energía como un accidente automovilístico o una caída de una altura considerable, pueden sufrir una fractura. Aunque es mucho mas frecuente en los primeros por la alta frecuencia de presentación de Fragilidad Ósea.

Las fracturas se dividen en dos tipos principalmente:

Fractura Intracapsular: Se dan en la cabeza o el cuello femoral.

Fractura Extracapsular(Intertrocantéricas): Se produce justo debajo del cuello de fémur, donde existe una zona más amplia que abarca hasta el trocánter menor del fémur.

 

 

Síntomas:

En la mayoría de las ocasiones cuando una persona sufre una fractura de cadera pierde la capacidad para apoyar la extremidad y caminar, siente un dolor muy fuerte en la cadera o la ingle que en algunos casos puede irradiarse a la rodilla porque comparten terminaciones nerviosas. Si existe mucho sangrado interno, pueden generarse hematomas en la zona de la cadera y cuando se está acostado en posición de descanso una pierna se ve más corta que la otra y se encuentra girada hacia afuera.

Manejo:

Por lo general el manejo es quirúrgico para buscar garantizar que el paciente regrese lo más pronto posible a su capacidad para caminar y tenga una mejor calidad de vida. Existen diferentes opciones para lograr una consolidación y rehabilitación exitosa, su elección depende del tipo de fractura, la edad del paciente, la densidad ósea del paciente y si existen o no otras enfermedades de base.

Osteosíntesis:

Se introducen unos implantes o tornillos de metal que, en algunos casos, se encuentran sujetos a una placa metálica en el hueso para mantenerlo unido mientras la fractura sana.


Imagen 1
Reemplazo parcial de cadera:

Solo se reemplaza la cabeza femoral a través de un vástago que se fija al fémur, esta prótesis se articula directamente con el acetábulo del paciente.

 


Reemplazo total de cadera:

Se retiran en su totalidad las superficies que componen la articulación de la cadera, tanto la cabeza femoral y cuello femoral como la superficie articular del acetábulo, en su lugar se implanta un implante acetabular llamado copa, y un vástago femoral.

Posterior a la cirugía, el paciente debe iniciar el trabajo fisioterapéutico. En un inicio será enfocado en ejercicios que ayuden a mantener la amplitud de movimiento y recuperar la marcha, posterior a esto se basará en fortalecer los músculos alrededor de la articulación. En  muchos casos se necesitará el apoyo de un bastón, muletas o caminador para ayudar en la recuperación, esto lo determina el médico junto con el fisioterapeuta.

 



Imagen 1 tomada de: https://drranatvishnoi.com/

Imagen 2 tomada de: https://viewmedica.com/

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